Hoy queremos hacer un homenaje a todos aquellos que se dejan la piel, ya sea en el trabajo, entrenando o en cualquier otro momento del día. Creemos en la cultura del esfuerzo, en dar lo mejor de cada uno y no rendirse nunca. Además, estamos convencidos que siempre que te dejas la piel, tienes una recompensa.

 

  1. Un aplauso para los que se dejan la piel en el trabajo, día tras día. Se levantan bien temprano, se meten en atascos, reuniones y siempre con su mejor cara. Son héroes modernos, que miran el calendario contando los días que quedan para las vacaciones. Siempre ven la bandeja de entrada de emails medio llena, y no hay informe que se les resista.

 

  1. Un aplauso para los que se dejan la piel entrenando. Da igual si es levantando pesas, corriendo bajo la lluvia o bajo el sol abrasador, nadando horas y horas, o haciendo aeróbic. Todos merecen que les hagamos la ola. Porque lo fácil es apuntarse al gimnasio y hacer todos los días excusas nuevas para no ir, en lugar de hacer pesas. Así que se merecen un aplauso, acompañado de unas buenas sentadillas.

 

 

  1. Un aplauso para los que se dejan la piel organizando las vacaciones. Todos las disfrutamos muchos, pero no todos las organizamos. Y no se organizan solas. Son horas y horas en un mano a mano con el buscador de vuelos, con Google Maps y leyendo comentarios de otros. Puede ser divertido sí, pero solo los primero 5 minutos.

 

  1. Un aplauso para los que se dejan la piel pensando ideas para el regalo de aniversario. Dándole vueltas a qué regalar, a cómo sorprender y a cómo ser la envidia de todos los demás. Regalar flores o bombones está muy bien, pero seguro segurísimo que si te paras a pensarlo eres capaz de algo mejor. La clave está en regalar algo que tu pareja quiera compartir en Instagram.

 

 

  1. Un aplauso para los que se dejan la piel animando a su equipo, esté en puestos de Champions o en puestos de descenso. Para los verdaderos aficionados, los que tienen marcado en el calendario las grandes citas futbolísticas. Que saben recitar de memoria la plantilla de su equipo y el himno. Y lo mejor, que saben respetar a su rival, sea del equipo que sea.

 

 

  1. Y para terminar un aplauso para los que se dejan la piel haciendo la pelota a los suegros. Podríamos sustituir suegros por cuñado, por jefe, por casero, etc. Siempre hay alguien al que hacerle la pelota. Porque quedar bien no cuesta nada. Pero nada de nada. Y mucho mejor ir haciendo amigos que enemigos. ¡Dónde va a parar!

 

Siempre hay una recompensa, porque los que se dejan la piel, se merecen lo mejor para cuidarla. Que se lo digan a los jugadores del Alavés…

 

 

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